Existen diferentes tipos de créditos con diferentes costos y características. El tipo más conveniente para cada persona depende de su perfil particular y del tipo de necesidad que desea cubrir. Entre los tipos de crédito más comunes están las tarjetas de crédito, los automotrices, hipotecarios, de nómina, entre algunos otros, pero ¿qué abarca cada uno y cuál es el adecuado para tus necesidades?
Tarjeta de crédito
Una tarjeta de crédito es un medio de pago que te permite hacer compras y cancelar el valor posteriormente. Es “de crédito” porque la suma de dinero que usas cuando haces una compra, corresponde a un préstamo que te otorga la entidad financiera. Existen distintos tipo de tarjetas con condiciones y beneficios que varían dependiendo las condiciones de cada una.
Crédito automotriz
Es un derivado de un crédito personal, sin embargo en este tipo se toma en cuenta el valor de un auto en su totalidad y te pueden ofrecer promociones muy buenas como seguro gratis o bonos en la compra de tu carro.
Existen diferentes instituciones financieras que te pueden otorgar el préstamo: bancos, SOFOM, entre otros. Como todos los préstamos, cobran una tasa de interés y los plazos pueden llegar hasta los 72 meses.
Es importante saber que cuando solicitas un crédito automotriz debes dar el famoso enganche que casi siempre equivale al 20% del valor del auto, puede cambiar dependiendo de la institución.
Crédito hipotecario
Este tipo permite a las personas adquirir una vivienda.
Es un préstamo a mediano o largo plazo que se otorga para la compra, ampliación, reparación o construcción de una vivienda, compra de sitios, oficinas o locales comerciales.
En este caso, la propiedad adquirida queda en garantía o “hipotecada” a favor del Banco para asegurar el cumplimiento del préstamo y por eso este lleva esa denominación.
Sin embargo, también un préstamo hipotecario puede ser otorgado “para fines generales”, es decir, para utilizar el dinero en los proyectos que el cliente que recibe el préstamo desee llevar a cabo.

Crédito de nómina
Los créditos de nómina son préstamos de uno o varios meses de sueldo, que toman como garantía el salario que recibe un trabajador, el cual es depositado en una cuenta corriente conocida como cuenta de nómina.
Para obtener este préstamo no necesitas aval, debido a que los bancos o financieras tienen el respaldo del ingreso mensual que recibes. Estos no son exclusivos para los empleados activos, también está disponible para las personas jubiladas o pensionadas.
Un requisito muy importante para acceder normalmente a estos créditos es haber cumplido cierta antigüedad en el trabajo. Algunos bancos también solicitan una cantidad mínima de ingresos para poder ofrecer el servicio. En algunos casos, el monto del préstamo depende de cuánto tiempo lleves en tu trabajo.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha emitido recomendaciones especiales para solicitar un crédito de nómina.
Entre otras cosas, sugiere que las cuotas del préstamo no rebasen el 30% del salario, para que así no incurras en problemas de exceso de deuda. Debes calcular el ingreso restante una vez que te descuentan el pago, para saber si es posible continuar con tus gastos fijos y si no comprometes tus finanzas.
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